En Europa Central y Oriental, las empresas sociales se están convirtiendo en agentes clave a la hora de abordar los retos sociales con soluciones empresariales. Basándome en la investigación de Daniela Staicu, de la Universidad de Estudios Económicos de Bucarest, quiero explorar la sostenibilidad financiera de estas empresas, centrándome en sus fuentes de ingresos y en la necesidad imperiosa de diversificarlos.
El panorama de las fuentes de ingresos
El panorama financiero de las empresas sociales en Europa Central y Oriental es variado. En Hungría, por ejemplo, los fondos públicos representan el 42% de los ingresos de las empresas sociales, mientras que las actividades comerciales suponen el 51,2%. En Polonia, una parte sustancial de los ingresos de las empresas sociales procede de la financiación del sector público: la contratación pública y las ayudas/subvenciones representan el 65% y el 23%, respectivamente, junto con una importante contribución de la actividad económica (36%).
Por el contrario, en la República Checa y Rumanía predominan los fondos privados en los ingresos de las empresas sociales, con un 51,2% y un 57%, respectivamente. Esta diversidad pone de manifiesto los diferentes entornos económicos y normativos de estos países.
Retos y oportunidades
La dependencia de los fondos públicos varía significativamente, lo que subraya la necesidad de adaptarse a los contextos nacionales. La dependencia excesiva de la financiación pública plantea riesgos, sobre todo en tiempos de cambios políticos y económicos. Por lo tanto, diversificar las fuentes de ingresos es esencial para la resiliencia.
Estrategias de diversificación financiera
Ampliar las actividades basadas en el mercado es crucial para aumentar los ingresos autogenerados, reduciendo así la dependencia de la financiación externa. La formación de asociaciones con el sector privado puede introducir nuevos canales de ingresos, incluidos los patrocinios corporativos y los contratos de servicios. Las opciones de financiación innovadoras, como los bonos de impacto social, el crowdfunding o la microfinanciación, ofrecen fuentes alternativas de ingresos que se ajustan a las misiones sociales de estas empresas. Además, la movilización de recursos de la comunidad, como el trabajo voluntario y las donaciones en especie, puede complementar los recursos financieros al tiempo que refuerza el compromiso de la comunidad.
La sostenibilidad financiera de las empresas sociales de Europa Central y Oriental depende del equilibrio entre su misión social y su viabilidad económica. La diversificación de las fuentes de ingresos y la adaptación a las condiciones del mercado local y a los marcos normativos son fundamentales. Adoptando un enfoque polifacético de la financiación y las estrategias financieras, estas empresas pueden crear la resiliencia necesaria para continuar con sus importantes contribuciones a la sociedad.
