Las tendencias en donaciones benéficas están experimentando un cambio significativo en el ámbito europeo. Un estudio reciente de PayPal indica que más de la mitad de los jóvenes prefieren realizar microdonaciones durante sus compras online antes de realizar donaciones tradicionales mediante algún tipo de suscripción. ¿El motivo? Pues en realidad hay varios. Por un lado, tenemos una reducción del poder adquisitivo y, por otro lado, una creciente desconfianza hacia el destino final de los fondos donados.
Aproximadamente el 60% de los Millennials y la Generación Z consideran que donar pequeñas cantidades al realizar compras online se alinea mejor con su realidad financiera actual. Esta realidad no puede ser ignorada a la hora de captar fondos. Estudiar estrategias para llegar a esos canales es clave para el largo plazo.
Las microdonaciones online están democratizando el acto de donar, haciéndolo accesible para la mayoría, independientemente de su situación económica. Más del 50% de los europeos afirma que este método de donación se ajusta mejor a su situación financiera y estilo de vida. A diferencia de las estrategias para trabajar con mecenas, de las que hablamos las semanas anteriores en este mismo blog, la manera de acceder a este canal requiere de mucho más dinamismo y métodos menos clásicos. Las nuevas tecnologías o el conocido marketing de guerrilla, se han de incorporar a la rutina estratégica de las organizaciones de la economía social.
La popularidad creciente de las microdonaciones en Europa se debe a su adaptabilidad a diferentes presupuestos y la libertad de elegir a qué causa social contribuir. Durante 2023, cerca del 23% de los europeos realizaron microdonaciones online. Estas ofrecen ventajas como accesibilidad, simplicidad en el proceso de pago, ausencia de compromisos a largo plazo, menor requerimiento de datos personales y bancarios, y la posibilidad de elegir la ONG o causa social en cada donación. La diversidad de sensibilidades, así como los cambios en la urgencia de algunos temas, hace que los donantes europeos no quieran fijar su capacidad de cooperación a una sola causa.
Solo el 25% de los europeos realiza donaciones periódicas mediante afiliación a una ONG, cifra que disminuye al 11% entre la Generación Z. Esto refleja una preferencia creciente por opciones de donación más flexibles y cómodas.
Los datos de PayPal revelan que las microdonaciones no solo satisfacen las necesidades inmediatas de los donantes, sino que también están remodelando la manera en que la gente percibe las donaciones. Esto representa una oportunidad para que las organizaciones de la economía social diversifiquen sus esfuerzos de recaudación de fondos en toda Europa.
Rapidez, una fuerte carga tecnológica y un cambio en el lenguaje van a marcar a las organizaciones que decidan trabajar en esta línea. En contraposición a la estrategia de seguir un solo camino para trabajar con un mecenas, aquí hay que tratar de llegar al mayor número de personas en el menor tiempo posible, con una renovación constante de las campañas de captación.
